Octava Bitácora


Decidimos dedicar esta bitácora a las marchas y/o protestas que se han llevado a cabo en el mes de octubre, en especial a la marcha de los indignados, pues la idea inicial fue sobre este fenómeno de movilización social que se llevó a cabo el día 12 de octubre.

En principio debemos mencionar que al analizar dicha manifestación desde nuestra coyuntura, se agranda el campo, pues como ya lo hemos mencionado en otras bitácoras, la seguridad que pretendemos analizar no es solo la prestada por parte del estado a la ciudadanía en cuanto a protección y soberanía se refiere, sino todo tipo de seguridad; insistimos en este punto porque si no  hay seguridad social por ejemplo, es muy difícil que los índices de criminalidad se reduzcan, pues la gente con hambre y necesidades físicas inmediatas puede llegar a perder la noción de lo legítimo e infringir la normatividad estatal incluso con un delito grave. Entonces una marcha como la de los indignados es un acontecimiento que nos permite ver en vivo y en directo cómo está funcionando el estado en su totalidad y hacer una crítica a cómo el gobierno asume estos fenómenos sociales, que si bien son importantes y convocan a una población bastante amplia, no son suficientes para modificar todo por lo que se lucha en la convocatoria de los indignados.




Entonces existen formas de analizar la seguridad desde la marcha. La primera y más obvia es cómo es la seguridad que ejerce la policía en la marcha y qué es lo que divulgan los medios, y la segunda en la cual no profundizaremos mucho, será la seguridad social y la seguridad en general que se presta a ciertos sectores, que por lo que se entendió en la marcha están desprotegidos y vulnerables, motivo por el cual decidieron marchar.

Al hablar de la acción policiva en la marcha, es menester mencionar que existe un decreto que garantiza el derecho a la manifestación y a la libertad de expresión. Nos atrevemos a decir que este derecho se viola en la mayoría de las manifestaciones, y la marcha de los indignados no fue la excepción. De versiones que consideramos veraces y desde la experiencia propia, podemos asegurar que en la marcha de los indignados hubo abuso de la fuerza por parte de la policía. Ahora se supone las herramientas usadas  por el ESMAD deben ser legales, pero consideramos que en una marcha como la de los indignados no se deben usar herramientas que impliquen tanta violencia, es decir, el agua a presión y los gases, que entendemos son aceptados y los adecuados para disipar disturbios, hacen daño y lastiman a personas que no están en condiciones de defenderse de el impacto que estos producen. Por qué decimos lo anterior, en la marcha de los indignados había personas mayores, personas de la tercera edad que también estaban manifestando su disgusto e inconformidad por muchas razones. Entonces las acciones policivas deberían medir exactamente a que población atacan y no confiarse en la generalidad de que la juventud es la que marcha.

Además dentro de la poca información que conseguimos, encontramos un vídeo en el que se muestra la gran potencia con que actúa la policía, potencia que supera a la de la manifestación, pues se supone que el ESMAD  actúa de cierta manera porque debe detener todo un contingente de personas agresivas, pero en la realidad vemos que no es así, calculamos que ni el 10 por ciento de la población que se moviliza entra en el pequeño grupo que por lo general se rebota y responde a la violencia generada desde la policía con más violencia. Es decir son pocas las personas que realmente generan fuerza física en contra de la policía, y el ESMAD usa la potencia para disipar un número de personas más alto, lo que da como resultado una superioridad en la fuerza del ESMAD. Conclusión que no nos extraña, pues Colombia al ser un estado debe proclamar una soberanía, y al ser un estado debe creer que tiene el monopolio de la fuerza física, por dicha razón es legítimo que obre de dicha manera.

 Pero cuando la fuerza pública excede la fuerza física que les está permitido ejercer y los medios no cubren dicho fenómeno estamos hablando de una violación, en primera medida a el derecho que ya habíamos mencionado que garantiza la libre expresión y  la manifestación, y en segunda medida a los derechos humanos, pues existen casos tan extremos como la desaparición de estudiantes, situación que viola un derecho fundamental. Entonces hacemos un llamado de atención, en primera instancia a los gobiernos que en estos casos tienden a ser tiránicos pues no garantizan la libre expresión y en segunda instancia a los medios, pues como siempre terminan divulgando la información que suple los intereses particulares de la hegemonía que desde siempre ha gobernado a Colombia. 


Además se debe tener en cuenta que con respecto a la marcha de los indignados el volumen de noticias fue bajo, y en su mayoría eran noticias que mostraban una acción violenta por parte de los manifestantes, pero sin un trasfondo político, acción que consideramos deslegitima el motivo de la marcha, pues la sociedad receptora de dicha información y si cree en el medio al que está viendo, seguramente recibirá un sentido tergiversado de la marcha y entenderá dichas acciones como simple violencia y vandalismo.

Ahora bien las imágenes que muestran los noticieros son reales, no estamos diciendo que se las inventen, pero lo que si hacen bien es encabezados cargados de parcialidades políticas y morales que como ya lo hemos dicho tergiversan la información. Pero al ser reales las imágenes, debemos entender que en efecto los manifestantes si rompen vidrios, si rayan paredes y pintan edificios, acciones que tienen una respuesta de nuestra parte. Primero es obvio que si rayan una pared de una entidad estatal o rompen un paradero, los costos de los arreglos que  ameriten los encargados  para componer lo descompuesto por los manifestantes, va a salir del bolsillo de la sociedad colombiana por medio de impuestos. Segundo cuando atacan locales comerciales que no pertenecen a multinacionales, están afectando a una familia seguramente, entonces la seguridad de dicha persona y dicha familia se va a ver vulnerada, porque existe la posibilidad de que su sustento no esté garantizado en un futuro próximo y porque el costo de los arreglos saldrá del propio bolsillo. En caso de que ataquen un local que pertenezca a una franquicia, la vulneración de la seguridad es menor, pues pese a que en el momento de la marcha se corre cierto riesgo, el trabajo y el sustento de los empleados está garantizado por la multinacional, y si se ataca dicho local, pese a que no estamos de acuerdo, se cumple con el objetivo de la marcha cuando se habla de anti-imperialismo y cuando se manifiesta un rechazo al consumo.



Por último debemos mencionar que si una marcha convoca a tantas personas y todas tienen inconformidades para con el estado, sus voces deben ser escuchadas, y el hecho de que el gobierno las ignore siendo Colombia un estado social de derecho, ya hace que esa seguridad que ahora es todo un discursito político, pase a otro plano, pues además de que en su mayoría las causas de la movilización hacen referencia a la injusticia social que produce inseguridad social, Colombia o los gobiernos deberían garantizar unas formas para que esa seguridad que se proclama vaya mas allá de la acción violenta y judicial en contra de los que el estado considera enemigos y de los que realmente infringen la ley, pues la violencia genera más violencia y si se está hablando de diálogos de paz lo ideal sería crear formas que generen seguridad que no impliquen violencia, como lo hemos reiterado a lo largo del semestre, es posible hacer violencia y justicia desde la educación, entonces sería maravilloso que los gobiernos optaran por políticas que sean para el pueblo, que le funcionen al pueblo y que generen una garantía de derechos por medio de la no violencia. Para finalizar debemos denunciar al alcalde Petro, que había anunciado que para la marcha de los indignados no iba a haber despliegue del ESMAD  y de tanta presencia policiva, lo que evidentemente no ocurrió.


Comentarios

Entradas populares de este blog

A propósito del día del trabajo en Colombia - La informalidad laboral: una realidad cotidiana en nuestro país

Análisis primera salida de campo, Parque Tercer Milenio

ANÁLISIS COYUNTURAL; INFOGRAFÍA Y DEBATE